La crisis del coronavirus está dando lugar a iniciativas a gran escala, como bloqueos totales, que se consideraron imposibles hace solo unas semanas. Todos hemos sido transformados por la fuerza en conejillos de indias de un experimento social sin precedentes. Tenemos que reorganizar urgentemente nuestras prioridades, logística y distribución. La tecnología digital, que aísla tanto como se conecta, se está convirtiendo cada vez más en nuestro foco diario de actividad, incluso para el sector de la relojería.