Desde su fundación hace casi 150 años, la marca de la estrella guía se ha consolidado como uno de los pioneros en la cronometría de alta precisión y un operador clave en el desarrollo de la arquitectura industrial de Le Locle, que entretanto ha sido catalogado como patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO. Zenith se ha comprometido así a un trabajo importante diseñado para incorporar su tecnología punta a las instalaciones industriales, garantizando una perfecta integración de las 80 diferentes profesiones ejercidas dentro de sus talleres y está ferozmente decidida a preservar el carácter histórico de su patrimonio arquitectónico.
El trabajo en el edificio central de la Manufactura, que comenzó en agosto de 2011, acaba de ser completado. Erigido como un local en tres plantas en 1905, el edificio, hoy más que nunca, encarna la esencia misma de la Manufactura Zenith, aunando la autenticidad de una tradición única y la audacia de las tecnologías de vanguardia.
La fachada conserva sus ladrillos rojos emblemáticos que datan del siglo XX, mientras que la luz continúa siendo la estrella. Los antiguos 400 ventanales panelados han sido totalmente restaurados y se combinan ahora con un triple acristalamiento conservando cuidadosamente su patrimonio histórico. El nombre Zenith y las tres iniciales de su fundador Georges Favre-Jacot se especifican entre estas ventanas gigantes.
Si bien la estructura metálica, otro símbolo del inicio de la era industrial, se ha conservado, se han aplicado las normas de construcción más modernos y ecológicas, tales como el aislamiento térmico o el aire acondicionado y el control de humedad. El diseño interior ha sido completamente renovado con el fin de mejorar el flujo logístico entre los diferentes talleres de producción alojados dentro del edificio y dedicados al mecanizado, estampado, decoración, pruebas, montaje, ajuste, encajado y Haute Horlogerie.
Fuente: Zenith