l 5 de Julio, en el desfile de Alta Costura Otoño/Invierno 2022/23 de Chanel en el centro ecuestre Étrier de Paris, modelos con atuendos inspirados en algunos de los diseños de Gabrielle Chanel de la década de 1930 lucieron collares con forma de cometas de diamantes, soles resplandecientes y lunas bañadas en un halo de perlas. Cada uno una maravilla para la vista.

Si bien es raro que las piezas de alta joyería aparezcan en un desfile de Alta Costura, la colección de 1932, con un título sobrio, hizo una hermosa combinación con las siluetas diseñadas por Virginie Viard. El director artístico de Chanel, sucesor de Karl Lagerfeld, eligió los collares para “complementar el plisado”. De los 44 atuendos de la pasarela, 14 se complementaron con esta joya celestial.

Es raro que piezas de alta joyería aparezcan en un desfile de Alta Costura.

Esta colección de alta joyería se hace eco de la colección simplemente titulada Bijoux de Diamants (vea nuestro artículo aquí), creada por Gabrielle Chanel y presentada en Noviembre de 1932 en sus apartamentos privados en el 29 de la rue du Faubourg Saint-Honoré. El establecimiento de joyería, desde sus boutiques en Place Vendôme y Rue de la Paix, estaba indignado: Chanel era una modista, ¡cómo se atrevía a hacer joyas! – y trató de evitar que vendiera sus diseños. No es que importara: bajo una lluvia de estrellas tachonadas de diamantes, Gabrielle demostró que la joyería puede ser moderna e irreverente, con collares usados ​​sin broches o como una tiara.

En 2012 Chanel lanzó una colección inspirada en esta exposición-venta. Diez años después presenta un nuevo conjunto de joyas espectaculares: la colección 1932 compuesta por 81 piezas, 15 de las cuales son transformables.

La primera entrega se presentó en Febrero y la segunda durante la semana de la Alta Costura en París, el pasado mes de Julio. “Quería volver a la esencia de la colección de 1932 y plasmar su mensaje en tres símbolos: el cometa, la luna y el sol. Cada uno de estos cuerpos celestes brilla con luz propia”, dice Patrice Leguéreau, director del estudio de creación de alta joyería de Chanel. Estos son símbolos en más de un sentido, destacados en los pisos de mosaico de la abadía y el orfanato en Aubazine, donde creció Gabrielle Chanel. El motivo de estrella radiante del broche Comète Aubazine en diamantes blancos es una referencia directa.

Desfile de Alta Costura Chanel Otoño/Invierno 2022/23

“Quería capturar la esencia de la colección de 1932 en tres símbolos: el cometa, la luna y el sol”.

La colección presentada en el Grand Palais Éphémère también contó con recreaciones de algunos de los diseños originales. Lo más destacado, el collar transformable Allure Céleste en oro blanco y diamantes con una piedra central de zafiro ovalado de 55,55 quilates, que se vendió en los primeros días.

El broche Comète Aubazine se puede separar de su halo de diamantes.

Las joyas que mostró Gabrielle Chanel en 1932 sorprendieron a visitantes y clientes por su modernidad; la colección presentada en el Grand Palais Éphémère fue igualmente impresionante. Cada pieza interpreta uno de los tres temas elegidos por Patrice Leguéreau y parecía latir con vida propia: el collar Comète Volute parecía orbitar un cuello imaginario; el broche Lune Étincelante parecía arrojar un halo de luz. “He dado expresión figurativa al resplandor del cometa, el halo que rodea a la luna, los rayos brillantes del sol”, dice Leguéreau.

El collar Comète Volute con un diamante ovalado de 19,32 quilates

Varios de los aretes tienen un diseño asimétrico mientras que los anillos se extienden sobre dos o más dedos. Además del esplendor de las piedras, hay un elemento divertido en la colección. No puede evitar preguntarse cómo se construye una pieza en particular y en cuántas piezas nuevas se puede deconstruir. De hecho, una de las cosas más sorprendentes de la colección es su gran versatilidad.

No puede evitar preguntarse cómo se construye una pieza en particular y en cuántas piezas nuevas se puede deconstruir.

“El movimiento, la libertad y la flexibilidad que imaginó Mademoiselle Chanel en 1932 se celebran en la naturaleza transformable de ciertas piezas. Partes de los collares se pueden separar y usar como broches. Las piedras centrales pueden adornar un anillo o unos pendientes”, señala el director del estudio de creación de alta joyería de Chanel.

Pendientes Lune Talisman con dos vibrantes tanzanitas azules

Mientras que la colección original de 1932 estaba compuesta exclusivamente por diamantes blancos y amarillos, el tributo de hoy incorpora piedras preciosas de colores. “Junto a los diamantes, introduje el color a través de gemas excepcionales que representan los cielos: diamante azul, diamantes amarillos, zafiros azules y amarillos, ópalos y rubíes”, agrega Patrice Leguéreau.

El collar Soleil 19 août está engastado con un elegante diamante amarillo intenso de talla cojín de 22,10 quilates en el centro de un motivo desmontable que se transforma en un anillo.

La última palabra va para Patrice Leguéreau: “Mademoiselle Chanel solía decir que quería cubrir a las mujeres con constelaciones. Espero que lo hayamos logrado esparciendo lluvias de diamantes sobre su escote, envolviendo sus muñecas con centelleantes cometas y ofreciéndoles cuerpos celestiales que iluminarán su propio resplandor”.