Los últimos años han demostrado ser muy rentables para los relojes de colección, y algunos modelos han alcanzado valores récord en las subastas. De hecho, muchos temen que la hiperespeculación esté prevaleciendo sobre el interés “real” en estas piezas. ¿Qué revela este fenómeno? Sobre todo, la llegada de un nuevo y poderoso grupo de entusiastas de los relojes que ahora hay que tener en cuenta, y las fallas que lo acompañan, como el efecto casino que rodea a ciertos relojes, y una tendencia hacia el “ataque digital”. Pero estos temas no deben restar mérito al genuino dinamismo de este nuevo y fundamentalmente apasionante escenario.