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undada en 2015 en Berlín, Watchmaster tiene una presencia en los medios más discreta que algunos de los otros actores involucrados en el creciente segmento de los relojes usados. Sin embargo, la empresa Alemana, que emplea a unas 70 personas y factura unos 70 millones de euros, es muy activa. Habiendo alcanzado el punto de equilibrio por primera vez en Diciembre de 2020, este año la compañía se ha embarcado en una serie de expansiones para llevarla más allá de su mercado original.